Quienes hemos ido a Patones de Arriba sabemos que este es el pueblo más bonito de Madrid. Puede que Buitrago de Lozoya, El Escorial o Chinchón tengan encanto, pero lo pintoresco de sus calles, sus casas y sus paisajes es algo que no se encuentra en ningún otro lugar de la comunidad. Y por esta razón te animamos a ir a una localidad que se encuentra a tan solo 70 kilómetros de distancia de la capital, y que esconde mil y un secretos.
Patones de Arriba: lo que necesitas saber
La arquitectura negra de la Sierra Norte de Madrid es un tipo muy característico de arte, ejemplificado gracias a sus casas de pizarra y a sus calles empedradas. La pizarra es una piedra que, en este pequeño pueblo, es casi omnipresente, en parte por lo abundante que es en la zona. Incluso aquellos edificios levantados hace 30 o 40 años se construyeron con ella.
A menos de 5 kilómetros de Patones de arriba se encuentra la Dehesa de la Oliva, un lugar importante a nivel arqueológico, y al que puedes llegar mediante una agradable ruta senderista.
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Ahora bien, si vas a Patones de Arriba, ármate de paciencia: llega pronto y ni se te ocurra aparcar en el pueblo. Más abajo, en Patones, hay un parking disuasorio exclusivo para visitantes, y a partir de ahí un camino para llegar al núcleo rural.