Por mucho que la viruela del mono esté de actualidad, este virus se descubrió en los años 50 en simios. De ahí su nombre. Y esta es precisamente la causa por la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido emprender el proceso para cambiar la nomenclatura de este patógeno, porque se genera mucho estigma social y se vincula con un proceso de contagio que no es tal.
El virus fue descubierto en 1950 en monos, y en 1970 en seres humanos: la viruela del mono también afectaba a humanos, pero lo más sorprendente es que los huéspedes naturales son ciertos roedores, y no los monos. Los autores de un artículo contactaron con la OMS para pedirle un cambio de nombre y eliminara sí los estereotipos más erróneos.
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Por esta razón, el organismo internacional ha emprendido un proceso para encontrar un nuevo nombre para la viruela del mono. Ahora bien, dejando bien claro que este patógeno, al menos por ahora, no es ninguna razón para cancelar eventos como sí ocurrió (y sigue sucediendo) con la COVID-19. Además, el número de casos de este brote se está estaibilizando, y puede remitir en las próximas semanas.