El nombre de Tom Gilbey está en boca de todos después de que se publicase en la prensa inglesa un increíble artículo. Este experto catador de vinos británico protagonizó la maratón de Londres por una increíble gesta: cada milla recorrida (1,6 kilómetros), descansaba para catar un vino servido por sus colegas. El reto era adivinar a qué vino concreto pertenecía cada copa que bebía.
Dada la extensión de la maratón de Londres, Tom Gilbey probó 25 vinos, sorprendiendo a todos al adivinar 7 de ellos. De otros 14 vinos, acertó algunas características, mientras que se equivocó por completo en cuatro de ellos.
Puede que este gesto te parezca egocéntrico, pero todo era por una buena casa. Tras acabar la maratón en 4 horas y 41 minutos, el catador de vinos consiguió recaudar 15.000 euros al cambio que irían destinados a la ONG Sobell House, una organización benéfica que se dedica a los cuidados paliativos y en la que es atendida a diario su propia madre.
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El vídeo circula como la pólvora en redes sociales, y no es para menos. Tom Gilbey tuvo que adivinar entre multitud de vinos, tintos, blancos, económicos y de lujo. Para ello, emplearon botellas que costaron hasta 50 euros por unidad. Sin embargo, el objetivo era benéfico, así que se aplaude la gesta de este experto vinícola.