El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia comenzó a construirse en 1882 en el centro de Barcelona, y aún a día de hoy, como todos sabréis, sigue sin haberse finalizado. Se trataba desde el principio de una obra muy ambiciosa que requería mucho dinero y tiempo, más desde que Gaudí, su diseñador, murió trágicamente en un accidente de tranvía, y por ello son muchas las veces que hemos escuchado que hace falta financiación urgente.
La documentación que envió la Sagrada Familia al Ayuntamiento de Barcelona hace más de dos años y a la que ha accedido El País asegura que el coste que se necesita afrontar durante el tiempo que reste de la construcción es:
- 149 millones de euros para acabar la fachada de la Glòria.
- 44 millones de euros para erigir la torre de Jesucristo (la más elevada).
- 20 millones de euros para alzar la torre de los Evangelistas.
- Si sumamos otros detalles a finalizar, la cuantía total asciende a más de 374 millones de euros.
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Uno de los principales problemas a los que se enfrentan sus responsables es la evidente disminución de visitantes por culpa de la pandemia: un tercio de los 15.000 que antes de la Covid-19 pasaban por las taquillas de la edificación religiosa. Por lo tanto, es posible que los retrasos sigan siendo una constante en una obra que se hace ya eterna.