Las altas temperaturas son muy peligrosas para conseguir la hidratación perfecta, por lo que en verano llega el momento de beber agua y otros líquidos para no sufrir un problema de salud. Recuerda que nuestros órganos necesitan hidratarse para funcionar con normalidad, y el ser humano pierde de media 2,5 litros al día a través del sudor, las heces, la orina o la respiración.
Consejos para una buena hidratación en verano
- Por un lado, beber de media 2 litros de agua al día, aunque en su lugar podemos consumir líquidos no muy azucarados como agua de sabores o zumos naturales.
- Evitar en la medida de lo posible las bebidas con elevados niveles de azúcares.
- Evitar las bebidas alcohólicas, porque aceleran la deshidratación (de ahí la temida resaca).
- No esperar a tener sed para beber agua.
- Consumir agua antes, durante y después de la actividad física.
- La temperatura del agua debería ser inferior a los 15 grados, ya que solo por debajo de esa cifra se mantienen intactas todas las propiedades de hidratación.
En resumen, una buena hidratación es tarea de cada uno, y debes mantenerte alerta ante cualquier síntoma relacionado con la deshidratación, tales cómo dolor de cabeza, sed, tez pálida o sudores fríos.