Catalunya es una de las comunidades autónomas más azotadas por esta segunda oleada del coronavirus que comenzó con el mes de noviembre. El Govern fue uno de los Gobiernos autónomos que tomó unas medidas más duras, cerrando hostelería e imponiendo reestricciones a la movilidad en los municipios.
No obstante, en las últimas semanas el Govern ha decretado un plan de desescalada en el que las medidas se irán relajando cada dos semanas. Pero este fin de semana las cifras no han sido tan buenas, y se ha experimentado un ligero repunte. Meritxell Budó, la portavoz del Ejecutivo Catalán, ha admitido que este ligero rebrote pone en duda el plan de desescalada, que se podría retrasar en su segunda fase.
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Sin embargo, sigue siendo optimista y para ello, sino se pasa de un ratio de transmisión de 0.9, se seguirá adelante con el plan previsto. Actualmente se encuentra en 0.84.