Si alguna vez habéis sufrido un accidente de coche o vuestro vehículo ha quedado averiado en el arcén, habréis tenido que lidiar con los molestos triángulos rojos que, desde 1999, hay que colocar a una distancia mínima de 50 metros tanto por delante como por detrás. Este dispositivo permite avisar al resto de conductores de la presencia de un inconveniente, y por lo tanto, facilita la consecuente reducción de velocidad, pero para muchos también es el causante de muchos accidentes de tráfico.
Por esta razón, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado en las últimas horas que el triángulo rojo de emergencia desaparecerá al comprometerse a aprobar de aquí a marzo el Real Decreto del Auxilio en Carretera. Será un texto legal en el que se regule cómo se deberá ayudar en caso de accidente, y por lo tanto, servirá para dar el día a partir del cual estos objetos desaparecerán de nuestras vidas.
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La justificación de querer eliminar estos triángulos reside en el elevado número de atropellos que se producen en las vías españolas a aquellos usuarios que avanzan cincuenta metros para colocar estos dispositivos. A partir del 2 de enero de 2024, el Ministerio de Interior obligará a utilizar la luz de emergencia V16 que se colocará como una sirena sobre el vehículo y no hará falta salir de él.