Los automóviles GLP son una opción más económica en el momento de repostar combustible respecto a los coches de carburantes de gasolina o diésel. Actualmente son muchas las marcas que cuentan con vehículos autogas, sea GNC o GLP, pero también existe la opción de reformar tu coche actual.
Convertir un coche de combustible en GLP es algo cada vez más común y que no resulta muy complicado de realizar. Aún así, hay que seguir bien los pasos para no cometer errores, cualquier fallo podría impedir homologar nuestro vehículo o lo que es peor, inutilizarlo.
Lo primero que debes saber es que no todos los coches pueden convertirse a GLP. Para que el automóvil pueda realizar el cambio debe tener un motor gasolina con un máximo de 460 CV de potencia.
Los coches que se pueden homologar a la Euro 3 comprenden desde 1955 hasta el 2000, y a partir de 2001, pero en estos casos no se recibirán la etiqueta Eco de la DGT que corresponde a los vehículos GLP. Los coches que vayan desde la normativa Euro 4 hasta la Euro 6 si que podrán adquirir la etiqueta Eco.
Cómo convertir un coche de gasolina en GLP
- Colocación del depósito.
- Instalación de la boquilla de llenado de GLP.
- Montaje de las tuberías.
- Instalación del conversor.
- Colocación de la rampa de los inyectores para el GLP.
- Instalación de los sensores.
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El RACE advierte que el kit de transformación a GLP debe ser adquirido en un taller especializado, o bien ser oficial y homologado por la industria. Los mecánicos del propio establecimiento pasarán la ITV antes de entregar el coche de gasolina convertido en GLP.