Pilar Rubio ayer "brilló", nunca mejor dicho, junto a su pareja Sergio Ramos: el ahora matrimonio se casó en Sevilla con una expectación mediática que pocas veces hemos visto en España por un enlace nupcial; no es para menos, ya que la boda, celebrada en la Giralda de la ciudad hispalense, cortó el centro de Sevilla; el banquete, celebrado en una finca propiedad de Ramos, tenía la presencia de Niña Pastori y AC/DC; y, además, montaron una feria para el entretenimiento de todos.
Uno de los puntos más comentados fue el vestido de la novia: un vestido que destacaba por su abundante pedrería. Así es, Pilar Rubio decidió vestir con un escote en V pero que destacaba sobre todo por lo brillante que se veía. Junto a este vestido, llevaba un pelo recogido que según algunos medios no le favorecía y un ramo de flores negras extravagante para muchos; elegante para otros.
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Por su parte, él llevaba un espectacular y clásico chaqué que le favoreció junto a un peinado que dejó de ser tan llamativo como suele formar parte de Ramos: adiós mechas, bienvenido un color rubio claro que le permitió destacar al sevillano.