El coronavirus se ha extendido por todo el mundo y, aunque la Organización Mundial de la Salud alertó la semana pasada que Europa era ahora mismo el epicentro de la epidemia, el COVID-19 ya ha llegado también a América, sumando infectados en todas partes, tanto en el norte, en Estados Unidos y Cánada, como por toda Sudamérica, que también está empezando a contabilizar casos.
Todos los países del continente ya están empezando a tomar las medidas sanitarias pertinentes pero hay uno, Brasil, dirigido por Jair Bolsonaro, que cree que la crisis ya está remitiendo. El presidente de Brasil dio un mensaje nacional sobre el coronavirus criticando las medidas tomadas por los gobernadores y calificó al virus como "gripecita" y pidió volver a la normalidad. La Cámara del Senado y el presidente del Congreso criticaron sus palabras y ciudadanos respondieron con caceroladas en los balcones.
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Bolsonaro asegura además en su caso, que si contrajera el virus, se recuperaría rápido por su condición de atleta y dice querer continuar con la vida cotidiana porque la franja de riesgo es superior a los 60 años.