Segunda dosis de realidad para el Liverpool en una semana. Tras caer en el Etihad en Premier, el cuadro de Jürgen Klopp dice adiós a la FA Cup a las primeras de cambio. Fue en Molineux, ante el Wolverhampton de Nuno, donde habían ganado hace escasas fechas en Premier.
La acumulación de partidos obligó al alemán a tirar de su segunda unidad. Y ahí se vio que el fondo de armario ‘red’ flojea un poco. Aún más si a los cinco minutos el croata Dejan Lovren se vio obligado a abandonar el duelo en Molineux por una inoportuna lesión.
Un titularísimo y curtido en mil lides como James Milner propició el primer gol de los Wolves. Error inaceptable en la medular del ‘7’, Jota que toca para Raúl Jiménez y el mexicano que se marca una cabalgada solitaria para definir fuerte y raso ante el belga Mignolet.
Empataría Divock Origi en el arranque del segundo tiempo. Dos toques le hicieron falta en el balcón del área para acomodarse el balón y enviar un obús de zurda al fondo de las mallas.
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Sin tiempo para asimilar el empate, los del Merseyside encajaron el segundo. Y menudo gol. Neves recibió en la línea de tres cuartos y, ni corto ni perezoso, se sacó de la chistera un derechazo con efecto de exterior. Inalcanzable para Mignolet. Klopp, viendo que pintaban bastos, recurrió a los habituales. Salah y Firmino a escena. Demasiado tarde.