El Manchester United se bastó con los suplentes para superar al LASK austríaco en un simple trámite. Los mancunianos disputaron la vuelta de los octavos de Europa League, con el pase asegurado tras el 0-5 de la ida. El LASK sorprendió adelantándose en el marcador, pero los de Solskjaer acabaron remontando con goles de Lingard y Martial.
Maguire fue el único habitual que salió de la partida en Old Trafford. Diez cambios presentó el once, y la realidad es que el equipo lo notó. El United llegó al descanso sin registrar un solo tiro a puerta, en una primera mitad más propia de los días de Van Gaal en Manchester que del United que acabó la Premier en tercera plaza.
El partido evidenció también que Solskajer necesita mejorar su fondo de armario si quiere competir contra los más grandes. Los diablos rojos no despertaron hasta que el LASK les propinó el primer revés de la noche. El defensa Wiesinger abrió la lata de un trallazo que limpió la escuadra de Romero, e hizo soñar a los austríacos con un triunfo histórica en el Teatro de los Sueños.
Su esperanza duró poco más de un minuto. Fue lo que tardó Jesse Lingard en igualar fuerzas, aprovechando una asistencia de Juan Mata que, pese a la edad, sigue siendo uno de los jugadores con más calidad de la plantilla. Solskjaer trató de aplicar una marcha más a los suyos con la entrada de Pogba o el canterano Chong, activo en el carril zurdo.
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Pero quien acabó decantando la balanza fue Martial. Tuvo suficiente con cinco minutos el francés para marcar la diferencia. Entró en el minuto 85, y decidió el partido a la que se juntó con Mata. Una pared con el asturiano acabó con Martial completando la remontada, y certificando el pase del Manchester United a los cuartos de final de la Europa League.