Excesivo botín para el Chelsea en Praga. En un partido rácano de los londinenses, un solitario tanto de Marcos Alonso en la recta final acabó con la resistencia de un correoso Slavia. El lateral madrileño cabeceó un buen centro al área de Willian.
Balones a Willian. Espesísimo el Chelsea en el tramo inicial del partido, sólo el brasileño aportó algo de luz en la mediocridad generalizada. Suyas fueron las acciones más peligrosas, como un trallazo que se estrelló contra el travesaño. El Slavia de Praga se merendó por intensidad a los 'blues' sobre el césped, apretando a Kovacic y Jorginho en la medular. No encontraba la circulación del esférico y Maurizio Sarri se desesperaba en banda. Incómodos los londinenses.
El técnico italiano, con la mente en Anfield y en la clasificación para la Champions, optó por prescindir de Eden Hazard e Higuaín y alineó a su plan B, ese que tantas alegrías le está dando en Europa.
Poco tardó el partenopeo en rectificar. El belga al verde a los diez minutos de la reanudación por un impreciso Pedro. Rüdiger tuvo el 0-1 tras un córner. Kolar despejó con el pie el remate del central alemán. Instantes después el peligro cambió de portería. Kepa metió su manopla zurda para desviar un 'zurriagazo' de Traoré. El vasco volvería a salvar a los suyos en una media chilena de Boril.
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Sufrían los ingleses, que se conformaban con el empate ya con Kanté y Loftus-Cheek reforzando la parcela ancha. En el último arreón, sin embargo, llegó el 0-1. Willian colgó el balón desde la derecha para que Marcos Alonso metiera la testa libre de marca y firmara un tanto que puede valer una eliminatoria.