A la hora de la merienda-cena, concepto viejuno por antonomasia, el Chelsea se zampó al Dinamo de Kiev en la gélida tarde ucraniana. Desde el 'Kepagate', Maurizio Sarri ha impuesto su ley en el vestuario londinense, y el equipo empieza a ser reconocible al 'libreto' del partenopeo.
Sin acusar las rotaciones, el técnico optó por dosificar, los 'blues' cerraron la eliminatoria en el minuto 5, por si el 3-0 de Stamford Bridge no había sido suficiente. Loftus-Cheek sirvió desde la esquina y Giroud, ante la pasividad de la defensa local, metió la zurdita para amortiguar y alojar el balón en la red.
El francés es puro talento, ya lo demostró en la ida con una asistencia de espuela a Pedro. Y ayer lo sacó a relucir de nuevo. Perdonó en una acción en la que buscó a su compatriota Kanté. No lo haría superada la media hora de juego. Centro desde la izquierda de Marcos Alonso y otro a la cazuela. Esta vez, rematando de primeras y con la derecha la asistencia del hijo del 'Pichón'.
Shevchenko presenciaba el duelo entre bambalinas, mirando el páramo en el que se ha convertido un Dinamo que aterrizó a media Europa cuando él comandaba las huestes junto a Rebrov. Justo antes del receso, Giroud -ahora en su faceta de pasador- le tiró una pared precisa a Hudson-Odoi y el bisoño atacante cedió atrás y habilitó a Marcos Alonso para conectar el tercero.
'Manotazo'
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Pequeño susto para el Chelsea, con Sydorchuk que se estrelló primero Kepa y el palo. Por si había alguna duda, Olivier Giroud rubricó su hat-trick perfecto cabeceando una falta lateral colgada por Willian. Hudson-Odoi, que ya vio puerta en Londres, aprovechó un servicio filtrado entre los zagueros para explotar su velocidad y superar a Boyko en su salida.