El 'caso Marega' sigue ofreciendo reacciones en el mundo del fútbol. Con motivo del partido que disputarán este jueves Porto y Bayer Leverkusen, Peter Bosz, entrenador de estos últimos, ha hablado en rueda de prensa sobre el episodio de racismo que sufrió el delantero del equipo portugués en el partido liguero ante el Vitoria Guimaraes.
Moussa abandonó el terreno de juego alrededor del minuto 70 tras recibir insultos y gritos de mono por parte de la que había sido su afición años atrás. Los compañeros intentaron retenerle, pero el entrenador Sergio Conceiçao optó por la opción de sustituirle. En esta línea se ha pronunciado el técnico alemán, que ha asegurado que su equipo "abandonaría por completo el campo" si ocurriera algo parecido con algunos de sus jugadores. Además, ha recordado que su plantilla está formada por 14 nacionalidades distintas y que, por lo tanto, ha sido un tema bastante discutido en el vestuario esta semana.
El rechazo por parte del club no ha terminado ahí. Amiri, centrocampista, también ha atendido a los medios y ha declinado este tipo de conductas: "Tenemos que decir claramente no al racismo, ya que esto no encaja en nuestro fútbol. Tenemos el mismo color de sangre, no importa el color de la piel". Sabe de lo que habla el exentrenador del Dortmund, ya que cuando jugaba en una liga regional, con 17 años, sufrió un episodio parecido: "Paré un partido porque el oponente no paraba de insultarme".
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En cuanto a la eliminatoria, el Bayer Leverkusen ha estudiado bien a su rival: "Es un equipo con mucha calidad. Tapsoba -defensa que jugaba en el Vitoria Guimaraes- nos ha contado todos los secretos".