Yassine Bono, el portero marroquí del Sevilla, ha sido el héroe del pase de su equipo a semifinales de la Europa League al detenerle al mexicano del Wolverhampton Wanderers Raúl Jiménez un penalti este martes en Duisburgo (Alemania) gracias a que "conocía" al lanzador "de su etapa en el Atlético".
Bono declaró tras el choque "venía practicando" con su compañero "Lucas (Ocampos), que los tira de manera parecida", aunque admitió que "parar un penalti siempre es cuestión de suerte", sobre todo ante un futbolista que jamás había fallado desde los once metros en un partido entre clubes.
"Estamos muy contentos con el trabajo de todos ante un gran equipo. Hemos tenido la recompensa tras mucho insistir, estamos muy felices", ha asegurado el guardameta, para quien "el gol de Ocampos ha sido una liberación, un alivio".
Bono, que se encuentra cedido por el Girona, ha manifestado que ha "disfrutado siempre" de su estancia en el Sevilla, durante la que ha "dado lo mejor, jugando o no", ya que hasta el tramo final de la temporada no le ha ganado la titularidad al checo Tomas Vaclik.
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El futbolista de origen canadiense tildó como "muy ilusionante la semifinal del domingo" frente al Manchester United, ya que "esta competición es muy importante para el club" y el equipo sevillista la afronta en su "mejor momento" tras haber "ido creciendo. Ahora hay un objetivo muy claro".