Liderado por Thomas Heurtel ( 23 puntos y 22 de valoración) y Kevin Séraphin (14 y 7 rebotes), el Barça Lassa sumó su quinta victoria consecutiva en Euroliga a costa del Panathinaikos, a quien arrebató también el average particular.Un triunfo que permite a los azulgrana asentarse en la zona de play-off -tres victorias por encima del corte- y mirar hacia arriba.La mayor virtud de los de Pesic es que en un duelo poco propicio a las excelencias cestistas supieron 'picar piedra', no perder nunca la fe y trabajar para la victoria.
Desde el salto inicial, el Barça tuvo claro que la tarea no iba a ser fácil El PAO de Pitino, con una defensa muy trabajada, impidió correr a los azulgrana y marcó el ritmo de partido. Sin amenaza exterior (2 de 9 triples) los azulgrana tuvieron muchos problemas en el ataque estático. Sólo Heurtel (14 puntos) mostraba decisión de cara al aro. Y en la otra mitad de la pista, el Panathinaikos movía el balón con criterio de la mano de Calathes. Con Papapetrou como estilete, los atenienses llevaron el partido a su territorio.Salvo unos minutos de clarividencia (23-14), el Barça no encontraba la clave para desatascar el partido (37-36 al descanso).
En la reanudación se mantuvo el decorado con un Barça que, eso sí, trabajaba bien en el rebote ofensivo (15 capturas al final).
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Estaba claro que si se quería sacar adelante aquello había que tener paciencia y solidez atrás .Y el Barça la tuvo, sin perder el norte en los momentos delicados (62-61) esperando su momento para asestar el golpe definitivo a su rival en la recta final del choque. La solidaridad global en defensa del colectivo azulgrana y el dominio del rebote pudo más que un PAO, que careció de argumentos de peso en esos minutos de la verdad. El maestro Pesic -que aplaudió a los aficionados del Palau al final- le ganó la mano al maestro Pitino. Europa pinta bien para el Barça.