El Real Madrid vence pero no convence ante el Khimki

El Real Madrid estrenó victoria, sin convencer por su juego, en la Euroliga, al ganar en la tercera jornada al Khimki por 94-85 que llegó con lo imprescindible para jugar, con ocho jugadores.

Las ocho ausencias del Khimki, cinco por coronavirus (Jordan Mickey, Evgeny Voronov, Janis Timma, Greg Monroe y Maxim Barashkov) y tres por lesión (Stefan Jovic, Alexey Shved y Errick McCollum) presagiaban un paseo militar para el Real Madrid, pero la realidad fue distinta.

El Khimki se las apañó para complicarle la vida a un Real Madrid que en el primer cuarto encontró a Sergio Llull en su faceta más anotadora, para contrarrestar a Vyacheslav Zaytsev.

El Khimki aguanta

Pese a los esfuerzos de Pablo Laso para mantener la concentración de sus jugadores en defensa, el primer cuarto acabo con empate a 25. Y gracias, porque el Khimki dominó el marcador la mayor parte del tiempo.

En el segundo cuarto, el Madrid mejoró ligeramente su defensa y el cansancio comenzó a hacer mella en los rusos. Aún así los escasos jugadores de Rimas Kurtinaitis siguieron a lo suyo, sin que la presión madridista surtiera demasiados efectos. La aparición de Nico Laprovittola con 4 de 5 triples, facilitó que el equipo español se fuera a los vestuarios en ventaja, 49-41.

Dos canastas de Edy Tavares de salida en la continuación, elevaron la renta madridista por encima de la decena de puntos, 53-41, y a partir de ese momento comenzó a sentirse más cómodo.

Llega el cansancio

Las personales -en el inicio de la segunda parte Zaitcev y Vialtsev ya tenían cuatro en su haber-, la falta de recambios y el cansancio comenzaron a jugar a favor del Real Madrid.

Con el encuentro derivando cada vez más hacia un entrenamiento sin demasiada tensión, el tercer cuarto finalizó con trece puntos de ventaja para el Real Madrid.

Los últimos diez minutos sobraron por completo. El Madrid estrenó su casillero de victorias, pero no fue un triunfo para presumir. El Khimki luchó mientras pudo hasta el 94-85 final