Es el partido más odiado por todos los jugadores que llegan a la Final Four. Luchar por el tercer puesto cuando llegas a por el título es un caramelo demasiado amargo que todavía la Euroliga les hace pasar a los perdedores de las 'semis'.
Y en esa tesitura se encuentra el Barça que este sábado se medirá al cuadro griego (16.00) por una victoria que sabe a tan poco. En la historia de la competición, el que cuenta siempre es llegar a la final, y ganarla. El tercer puesto honorífico no cuenta nada.
Aun así, el Barça está obligado a jugarlo ante el conjunto de Bartzokas que seguro saldrá mucho más motivado con 11.000 griegos en las gradas, que también han tenido que hacer tripas corazón tras caer ante Anadolu. Será como mínimo, un partido muy ruidoso.
Verlo en positivo
“Nunca quieres jugar este partido, pero lo hemos de mirar en positivo y nos debe servir de preparación de cara a los play-offs de Liga Endesa”, decía Alex Abrines.
Jasikevicius, tan tocado como el resto del equipo, tratará de que el grupo mejore su pobre imagen que dio ante el Madrid, aunque un partido así, cuesta de mentalizar al grupo. Saras podría dar entrada a Sergi Martínez y Oriola que se quedaron fuera en la semifinal. La incógnita es quién dejará fuera y los motivos…
Esta temporada, los dos equipos se han repartido victorias, con triunfo sufrido en el Palau en la prórroga (79-78) y derrota en el Pireo (73-66).
Historial en finales
Ambos conjuntos tienen un buen historial de enfrentamientos, pero en la final. Los griegos ganaron su primera Euroliga en 1997 superando al Barça (73-58) en la final de Roma.
Por su parte, el Barça se impuso a Olympiacos en la final de 2010 en París (86-68) en el último título azulgrana en Europa.
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Veremos qué sucede en un duelo donde el que ponga más ganas, se acabará imponiendo. Es obligación del Barça lucharlo antes de dejar Belgrado con un mal recuerdo en la cabeza.