Los árbitros echan una 'manita' a un Real Madrid muy irregular

El Real Madrid cumplió los pronósticos en el primer partido de cuartos de la Euroliga derrotando al Panathinaikos en el WiZink Center por 75-72, pero al mismo tiempo ofreció la imagen más gris de los cuatro primeros clasificados en la fase regular.

Antes del partido, el club blanco homenajeó al esloveno Luka Doncic, que dejó una huella imborrable entre el madridismo y que no ha logrado acceder a los play-offs de la NBA con los Mavericks de Dallas. 

Demasiado obsesionado con los lanzamientos triples (transformó 10 de los 35 que lanzó por solo 25 intentos de dos), el cuadro local permitió regresar al partido a los de Rick Pitino en el último cuarto y ahí sufrió de lo lindo.

De hecho, la tripleta arbitral también tuvo algo que ver en los últimos cuatro minutos, cuando los blancos caían por 66-72 y veían muy cuesta arriba una victoria que tenían muy encauzada en el ecuador del tercer cuarto con 49-35 en el marcador.

Como suele ser habitual cuando el Real Madrid tiene problemas, Pablo Laso azuzó a sus jugadores hacia una defensa lo más intensa posible, con agresividad en los cortes y en los cambios que permitieron los responsables de no hacerlo. Es de imaginar que esta vez no habrá comunicado como sucedió tras la final de la Copa del Rey.

Facundo Campazzo agarró y cometió varias faltas no señaladas sobre Nick Calathes y sobre Keith Langford, pero los colegiados hicieron mutis por el foro mientras en el otro aro señalaron tres consecutivas que permitieron a los merengues voltear al encuentro.

Un triple de Rudy Fernández acercó al Real Madrid a solo tres puntos (69-72) con 3:40 por jugarse. Pues bien, los seis puntos madridistas llegaron desde la línea con Campazzo (cuatro) y Carroll como actores.

Por cierto, que el estadounidense no recibió esa falta de tiro al estar en 'bonus' el PAO, sino que Sean Kilpatrick la cometió sobre Rudy Fernández. Dolorido en un ojo, el balear pidió el cambio y los árbitros asintieron. Y claro, Laso hizo salir a su mejor 'killer'.

Con 71-72, los colegiados dieron la pelota al PAO en una jugada controvertida en el aro local, pero tras ver las imágenes concedieron la posesión al Madrid en una decisión que esta vez sí fue correcta.

El caso es que la victoria del Real Madrid por 75-72 deja bastantes dudas y debería suponer un acicate para los de Rick Pitino en sus deseos de regresar a tierras helenas con una victoria.

El PAO 'resucitó'

Antes, el equipo madridista se había mostrado ligeramente superior en los dos primeros cuartos, con un Jeffery Taylor desatado (acabó con 13 puntos) y con Walter Tavares intimidando en la pintura.

El primer parcial se saldó con cuatro puntos de renta local (21-17) y al descanso se había multiplicado por dos (43-35) con un PAO demasiado dependiente de un Calathes muy fallón (17 puntos, pero solo +5 de valoración con 3/10 en triples).

Una canasta de Causeur pareció finiquitar el choque a los dos minutos del tercer cuarto (49-35), pero a partir de ahí el exazulgrana Deshaun Thomas (12 puntos) inició la recuperación de un Panathinaikos que solo caía por 58-52 a falta de 10 minutos.

El resto ya lo conocen. Atasco monumental en ataque del Real Madrid, 66-72 abajo, bajada de culo en defensa, una cierta colaboración arbitral y, claro, las limitaciones del exequipo de Xavi Pascual. El viernes, segundo asalto en el WiZink Center.