El Madrid se aferra a los triples para sellar su 13ª victoria consecutiva

El Real Madrid sumó este jueves su decimotercera victoria consecutiva en la Euroliga al vencer al Zalgiris por 88-82 gracias al acierto desde el triple de Rudy Fernández (5 de 8) y Trey Thompkins (4 de 5).

Igualdad inicial

Una activa presión tras canasta le bastó al Zalgiris para sorprender al Real Madrid y apuntarse las primeras ventajas en el marcador (2-8, min.2.50). Thomas Walkup fue la mano ejecutora de los lituanos en este período, mientras que en el equipo local fueron Trey Thompkins y, sobre todo, Jordan Mickey, jugando de alero, los encargados de tirar del carro.

El 20-18 con el que acabó el primer acto es fiel reflejo de la igualdad reinante con las defensas por detrás de los ataques en ambos equipos.

La salida del segundo cuarto fue claramente para un Real Madrid mucho más activo. El 4-0 del primer minuto, 24-18, le bastó a Sarunas Jasikevicius, técnico del Zalgiris, para pedir tiempo muerto y recapitular con sus jugadores.

Pero los verdaderos protagonistas de este segundo acto fueron Rudy Fernández y Lukas Lekavicius.

Sensacional Rudy

Rudy volvió a exhibir el dulce momento que mantiene con la línea de 6,75 metros, anotando 5 triples en 6 intentos y un total de 17 puntos, robo y mate incluidos. Ni que decir tiene que el equipo se subió a su estela para dominar en el marcador.

Lekavicius no se quedó atrás con 16 puntos en el cuarto y un cien por cien de efectividad: 4 de 4 en tiros de 2 puntos, 2 de 2 en triples y 2 de 2 en tiros libres. Un espectáculo.

El Real Madrid que pareció romper el partido, 40-27 (m.16.30), finalmente alcanzó los vestuarios con un más modesto 47-41 debido a sus problemas en la subida del balón, de circulación en general y de la pobre aportación de su defensa.

Facundo Campazzo tomó el relevo anotador en un Real Madrid que volvió a salir con ganas y con 5 puntos seguidos amplió la renta del equipo español, 52-43 (m.22).

El Madrid, mejor 

Jasikevicius intentó exprimir el buen momento de su base, pero el cansancio y la viveza de Campazzo lo impidieron. Además, una ligera mejora defensiva del equipo de Pablo Laso ayudó a que las ventajas fueran creciendo, 60-48 (m.25.40).

El buen hacer ofensivo de Walkup sirvió para que equipo lituano siguiera enganchado al partido que el marcador al final del tercer cuarto fuera de 68-59.

El Zalgiris llevó el partido a las trincheras en el último cuarto. El juego se ralentizó y se espesó. Las defensas comenzaron a tomar protagonismo y Laso no dudó en dar minutos importantes a un Usman Garuba que mostró una madurez, y una dureza, impropias de sus todavía 17 años.

A cinco minutos del final, un triple de Thompkins, 78-69, permitió al Madrid tomar un poco de aire y afrontar el final de partido con cierto margen de seguridad.

La calidad, experiencia y saber hacer en estas situaciones del diez veces campeón de Europa hicieron el resto. Jasikevicius se desgañitó intentando espolear a sus jugadores, pero el Madrid ganó por 88-82 y sumó su decimotercera victoria consecutiva en la competición, igualando su récord de la 2013-14.