El Barça se colocó con balance positivo en el Top 16 tras sumar su tercera victoria a costa del Zalgiris Kaunas. Eso el día que volvía al Palau un mito: Sarunas Jasikevicius, que ahora ejerce de técnico asistente en el conjunto báltico y que fue objeto de un sencillo homenaje en los prolegómenos del encuentro.
Un duelo que se inició por parte del Barça con una baja de última hora: Álex Abrines. Y es que el escolta balear no pudo vestirse de corto a causa de una importuna gripe. Pese a ese inesperado contratiempo, el Barça salió con los cinco sentidos puestos en la tarea, especialmente en la parte defensiva. Los jugadores de Xavi Pascual, con constantes ayudas atrás, cortocircuitaron el ataque lituano especialmente a dos de sus referentes: Anderson y Jankunas. Robando balones y saliendo con velocidad, el equipo barcelonista se movió con soltura y agresividad en ataque (acabó lanzando 31 tiros libres) abrinedo pronto tierra de por medio. De hecho, al final del primer cuarto había dejado claro quien era quien en el partido: 29-13.
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El Zalgiris ya no se pudo recuepar de este golpe ante un Barça que, además de la habitual fiabilidad de Tomic, encontró muchos más referentes (diez de los doce jugadores empelados por Xavi Pascual acabaron anotando) con mención especial para un Nachbar que, tras pareció recuperarse para la causa recuperando su fiabilidad anotadora. El 51-33 del descanso dejaba las cosas meridianamente claras. Lo que quedaba se movió bajo los biorritmos del Barça. Cuando los barcelonistas levantaron el pie del acelerador, el Zalgiris se acercó en el marcador (67-53). Pero la cosa no pasó de ahí y el Barça sumó su tercer triunfo a la espera de visitar la próxima semana la pista del Real Madrid.