Fenerbahçe, 60 - Barça Regal, 99

El Barça Regal se paseó en Estambul

Paliza en toda regla del Barça Regal a un Fenerbahçe que hizo el ridículo en su propia pista

Manuel Moreno

Lo que antes era el -siempre exagerado- 'infierno de Estambul' se ha convertido en un paraíso para los visitantes y lo que parecía un equipo construido -a base de millones de euros- para estar en la Final Four ha resultado ser un chiste que no es del agradado ni siquiera de sus propios aficionados, que protestaron durante varias fases del partido y que abandonaron sus localidades mucho antes del final. El 19-50 del descanso invitaba a cualquier deserción y casi nadie se mantuvo en sus asientos hasta ver el 60-99 final.

Este Fenerbahçe (2 victorias por 5 derrotas en el Top16) no es un equipo a pesar de que su entrenador, Simone Pianigiani, era uno de los más cotizados del continente y se llevó a Estambul a McCalebb, Andersen y Sato e incorporó, entre otros, al veterano Batiste aprovechando la liquidación del Panathinaikos. El resultado no ha podido ser peor y los primeros 40 minutos ante el Barça lo demostraron sobradamente.

Jugó bien el equipo de Xavi Pascual, con una excelente defensa y un ataque fluido que buscaba a sus jugadores interiores (Tomic y Lorbek fueron los titulares) y que también se encontraba con puntos de Mickeal y con tres triples consecutivos de Navarro, que acabaron abriendo abismales diferencias o aumentando las iniciales porque el Barça siempre fue por delante (0-4, 6-15 con el primer triple de Navarro). Con 15-29 comenzaron los pitos a los jugadores locales, principalmente a Batiste que había fallado tres cómodos triples sin acercarse al aro. Era peor fallar más de lo que lo hacían los turcos y el 19-50 con el que se llegó al descanso fue el fiel reflejo de lo sucedido. Solo hubo un equipo en la pista.

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Lógicamente, Pascual aprovechó las facilidades para repartir los minutos, tanto en los últimos minutos de la primera mitad como en toda la segunda porque las facilidades fueron idénticas. Con Marcelinho jugando a placer, Mickeal anotó como quiso, Todorovic aprovechó sus minutos y Rabaseda se marcó acciones espectaculares (robó y mate, básicamente) y aquello se convirtió en un entrenamiento de esos que ya no abundan porque cualquier sesión de trabajo del Barça es mucho más dura. Los blaugrana consiguieron una máxima ventaja de 41 puntos (41-82) y completaron uno de los partidos más plácidos que se recuerdan. Fue mucho Barça para un Fenerbahçe indigno de la Euroliga.

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