¡El Barça fuerza el quinto partido!

En medio de un ambiente infernal, mermando de efectivos y al borde del KO, el conjunto que dirige Xavi Pascual demostró una vez más que si tiene una virtud esa es su tremenda competitividad.

Al contrario que en el tercer partido, el Barça no se dejó sorprender por el PAO en los primeros minutos. Un zona 2-3 ejecutada a la perfección y una sorprendente fluidez en ataque le permitió abrir una pequeña brecha en el arranque del choque (4-11, min.7).

El conjunto azulgrana dominaba el rebote -especialmente el ofensivo-, ahogaba el ataque heleno y solo sufría para controlar al enorme Schortsanitis en la pintura.

Jawai, primero, y Tomic, después, lo intentaron con poco éxito. Pero, por fortuna para los catalanes, la de 'Baby Shak' fue la única baza ofensiva del Panathinaikos en este primer cuarto.

Con un 0-5 en triples, los locales naufragaban en su intento de neutralizar la ventaja visitante. El Barça tampoco andaba acertado en el tiro exterior, pero al menos logró anotar un triple -obra de Ingles- tras siete fallos consecutivos desde los 6,75 para cerrar el primer período con diez de ventaja (10-20).

El Barça aumentaría la diferencia hasta los 11 puntos al inicio del segundo cuarto, con otro triple, esta vez de Jasikevicius (14-25, min.13). Fueron los mejores momentos de Saras, que anotaría otra canasta poco después, pero los azulgranas se quedarían durante más de tres minutos clavados en esos 27 puntos.

El Panathinaikos apretó los dientes atrás y un par de penetraciones de Maciulis y un triple de Bramos -el primer del PAO en todo el partido- culminarían un parcial de 7-0 que acercaría al equipo griego a cuatro puntos (23-27, min.17), la misma renta que al llegar al descanso (27-31).

Pero un inmenso Tomic enfriaría la reacción griega tras la reanudación (31-39, min.23). Huertas, Lorbek y sobre todo Navarro, se unieron también a la causa y el Barça se disparó hasta los 16 (35-51, min.26).

Con Diamantidis desaparecido -acabó el partido sin anotar ni un solo punto- y el PAO negado desde el perímetro -5 de 23 en triples- era poco previsible una reacción helena.

No la hubo. El Barcelona alcanzó una máxima de 17 puntos (40-57, min.32), y aunque el Panathinaikos llegó a ponerse a ocho (52-60) cuatro minutos después, Navarro se encargo de disipar cualquier duda con un par de triples marca de la casa.