Un Barça coral pasó el rodillo en Berlín

El Barça de Jasikevicius apabulló en Berlín al Alba de Aíto para sumar su sexta victoria en esta Euroliga. Los azulgranas no tuvieron piedad y pasaron por encima de un rival con las rotaciones muy limitadas por la afectación del coronavirus. Los números lo dicen todo. El Barça firmó un 73% en tiros de dos, un 52% en triples, capturó 39 rebotes y repartió 31 asistencias. Un capítulo este en el que brilló Nikc Calathes que con 12 igualó la mejor marca del Barça en Euroliga en poder de Thomas Heurtel desde 2018. Cinco jugadores azulgranas firmaron dobles dígitos en anotación liderados por Mirotic (18) ante un Alba que, con sus limitaciones, hizo lo que pudo.

El Barça salió a por faena como pedía en la víspera Jasikevicius. Defensa intensa, velocidad en la transición y en ataque dos faros: un excelso Abrines (14 puntos con 4 de 4 triples) y el siempre fiable Mirotic. 

Los azulgranas tardían cinco minutos en romper el duelo ante un Alba Berlín 'made in Aíto'. Es decir. Jugando abiertos (Sikma es su referente interior) buscando bien la penetración o doblando para el triple y atrás muy intensos. Pero eso no fue óbice para que el Barça fuera abriendo paulatinamente diferencias (18-30 al final del primer cuarto). 

Jasikevicius aplicó las lógicas rotaciones pero la segunda unidad tardó en entrar en ritmo delante y concedió demasiadas segundas oportunidades al rival (7 rebotes ofensivos y 9 pérdidas) que bajó de la barrera psicológica de los diez puntos (23-32). Saras llamó a capítulo a los suyos (descontento con las concesiones atrás y las pérdidas en ataque) que se espabilaron subiendo un peldaño la intensidad atrás y encontrando en la prfía de Smits (7 puntos) a su particular desatascador.

Y el duelo volvió al camino de la lógica con un partido de ida y vuelta en el que el talento del Barça .con un alto porcentaje de efectividad en el tiro hizo el resto. Los azulgranas llegarían al descanso con la máxima renta del encuentro hasta ese momento (36-56).

Tras el paso por los vestuarios, el Barça siguio a lo suyo (cualquiera se relaja con Jasikevicius en la banda) y apabulló al voluntarioso pero limitado -por las circunstancias sanitarias- conjunto berlinés donde brilló con luz propia Fontecchio.

Con intensidad atrás y alto ritmo en ataque, los azulgranas pasaron por encima de su rival. Saras pudo ir haciendo rotaciones porque nadie bajó el pie del acelerador. Al final del tercer cuarto un 51-79 marcó ya definitivamente lo que quedaba de partido en el que el Barça desmenuzó a un rival que acabó hizando bandera blanca. A expensas de lo que haga este viernes el Zalgiris frente al Real Madrid, los azulgranas podrían quedar como líderes en solitario de la competición.