La selección francesa se recuperó del particular baño turco que se llevó el pasado sábado en Turquía. Volvió a la senda de la victoria ante una Andorra que apenas puso problemas a los galos. Los de Deschamps, con apenas la primera marcha puesta, resolvieron el trámite con un 0-4. La buena noticia la protagonizó Lenglet. El central azulgrana disputó sus primeros minutos con la selección campeona del mundo.
Poco duró la resistencia de los locales que vieron como una genialidad en forma de pase de Griezmann dejaba solo a Mbappé ante la portería andorrana y el del PSG, que se puso nervioso en la definición, la picó por encima del guardameta con una preciosa vaselina. Con el resultado ya a favor, los gallos se lo tomaron con calma y hasta el minuto 30 del choque no puso tierra de por medio.
Un pase en la misma frontal del área de Thauvin habilitó a Ben Yedder que no desaprovechó la titularidad para anotar su diana. Ya en tiempo de descuento, el extremo del Marsella sumó a su asistencia un extraordinario gol con un remate acrobático. Un lujo que cerraba el partido antes del descanso en Andorra.
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Ya en el segundo tiempo, Francia levantó el pie del acelerador, si es que en algún momento lo tuvo apretado. Zouma de cabeza tras la salida de un córner ponía el cuarto a media hora para el final que acabó de relajar a la selección de Didier. Turquía, el verdugo de los franceses en la anterior jornada, cayó ante Islandia lo que supone que los 'Bleus' recuperan el liderato del Grupo H pese al triple empate con los turcos y los islandeses a nueve puntos.