Holanda cumplió y poco más. Puntuar en Belfast le valía para estar en la próxima Eurocopa y eso hizo. Sin embargo, el empate sin goles ate Irlanda del Norte le hizo perder el liderato de su grupo, ahora en manos de Alemania. Los de Ronald Koeman cerrarán la fase de grupos el martes en casa ante Estonia, pero tanto el primer puesto como ser cabeza de serie en la 'Euro' se ha complicado mucho. La 'Oranje' vuelve a un gran torneo de selecciones tras quedarse fuera del Mundial de Rusia en 2018.
A Irlanda del Norte no le quedaba otra que ganar y su inicio fue acorde a esa presión. Corry Evans estuvo a milésimas de robarle la cartera a un confiado Cillessen y dos minutos después Magennis cabeceó un envío lateral que se perdió por poco. Este arreón inicial de los norirlandeses fue neutralizado con la ocasión más clara de Holanda en el primer tiempo: acción de Promes por la izquierda y remate a la ‘remanguillé’ de Berghuis que tocó en el larguero.
El extremo del Ajax fue de lo mejorcito en ataque para los de Koeman. Junto a un De Jong omnipresente en el centro del campo, Promes, Babel y Van de Beek eran los encargados de conjugarse en ataque aunque sus tímidas intentonas no pusieron en aprietos a Peacock-Farrell. Los pupilos de Michael O'Neill no querían ni oír hablar del balón pero en una de las pocas acciones que pudieron controlarlo, casi suena bingo.
McNair puso un centro perfecto para la llegada de Saville y Veltman bloqueó su disparo pero lo hizo con las manos. Noviembre está siendo una pesadilla para el central del Ajax, que ya provocó dos penas máximas en Champions frente al Chelsea. Sin embargo, esta vez fue indultado por un Davis que falló desde los once metros. Cuerpo atrás y pelota al Mar de Irlanda.
La ‘Green and White Army’ se desesperaba en las gradas y no era para menos. Pocas iba a tener tan claras. El partido estaba trabado y De Roon, que tenía una amarilla, se fue al banquillo antes del descanso. Koeman quería cubrirse y dio entrada Propper.
Bostezos en Belfast
Tras el asueto, Holanda dominó el esférico más si cabe pero se estrelló una y otra vez con el muro de Irlanda del Norte. Un testarazo de Babel en un balón muy llovido fue lo más reseñable en una segunda mitad donde los acercamientos peligrosos brillaron por su ausencia. En ese contexto, Koeman intentó ir a por el partido poniendo a Luuk De Jong en el verde para ver si cazaba algún balón en el área. No era mala la idea, pero el delantero del Sevilla vive del gol y se murió de hambre.
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El empate desahuciaba a Irlanda del Norte y se esperaba que con el paso de los minutos O’Neill apostara por una idea de juego algo más ofensiva. Nada más lejos de la realidad, el conjunto local no pisó el área rival hasta el minuto 85. Cillessen fue un mero espectador. Incluso Koeman dio por bueno el empate dando entrada a Aké por Babel cuando el partido ya moría. Partido que no pasará a los anales de la historia.