Alemania volvió a hacer gala de su imperante potencial ante una débil Finlandia (0-3). Ni las rotaciones de Voss-Tecklenburg frenaron el ímpetu germano, que arrolló a un cuadro finlandés ya sin opciones.
Dominaron, las alemanas, todo el partido desde el inicio. Sin embargo, no fue hasta el borde del descanso cuando Kleinherne remató, con la testa y a puerta vacía, para abrir el marcador.
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A medio gas y tras el asueto, las dianas de Popp, de cabeza y de la recién entrada Anyomi finiquitaron un encuentro sin historia que sirve a Alemania de preparación para el choque de cuartos de final ante Austria y a Finlandia para despedirse, con amargura, de su andadura por la Eurocopa de Inglaterra.