Aunque los vikingos son conocidos por su ferocidad en el asalto y en el pillaje, también puede llegar a ser caballeros. Esa es la distinción que obtendrán el sueco Lars Lagerback, su coseleccionador, el dentista Heimir Hallgrimsson, y los jugadores islandeses por sus hazañas en la Eurocopa.
Pase lo que pase en el encuentro ante Francia, tras la eliminación de Inglaterra, el presidente de Islandia recién electo el pasado domingo, Gudni Johannesson, decidió proponer su condecoración con la más alta distinción que concede el país: la Orden del halcón.
Johannesson, un historiador metido a político que piensa presenciar este domingo el partido contra los anfitriones desde la grada junto a sus compatriotas ataviado con la camiseta de su selección, condecorará a los suyos en enero, una de las dos veces al año en que se impone este honor.
Un honor que instauró hace casi un siglo, concretamente en 1921, el rey Christian X de Dinamarca e Islandia. La Orden del halcón, que se concede tanto a islandeses como a extranjeros por la excelencia de su trabajo en el interés de la nación, tiene cinco gradaciones y los jugadores y técnicos recibirán la segunda.
La primera solo se concede a monarcas o jefes de estado, entre los que se encuentran, curiosamente, la Reina de Inglaterra, Isabel II, y la Reina Sofía de España.
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En lo deportivo, existe el precedente del equipo de balonmano islandés condecorado tras su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2008 disputados en Pekín.