El futbolista, segundo capitán del vestuario, ha reconocido que no advirtió los incidentes en el estadio durante el partido contra el Eibar: "No me enteré de nada, de verdad. Me lo dijo Javi Fuego. Era un partido muy importante para nosotros y la gente estuvo animando hasta el último minuto".
Respecto a la trayectoria deportiva del equipo, el catalán ha mantenido que el domingo contra el Betis en el Benito Villamarín "hay que arrancar ya", y ha insistido en que los próximos encuentros son determinantes. "Tenemos que ir a muerte y hacer un gran partido", ha aseverado.
La pasada jornada frente al Eibar, en la que el Espanyol remontó un 0-3, supuso un impulso anímico para el grupo. "Al final te vas con una buena dosis de moral. Queríamos la victoria, pero puede ser bueno para el equipo. El equipo compite siempre y es algo que temporadas anteriores no había pasado", ha insistido.
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Por otra parte, Víctor Sánchez ha valorado la situación del delantero ecuatoriano Felipe Caicedo, que recibió una reprimenda del técnico tras su expulsión contra el Eibar: "Lo que pasó queda entre el míster y él. Felipe está metido, como ya se vio contra el Barcelona en la Supercopa de Catalunya".