Costó sangre, sudor y alguna taquicardia, pero el Espanyol celebró su primer triunfo de la temporada en el RCDE Stadium. El cabezazo de Raúl de Tomás permite a la escuadra blanquiazul soñar con la permanencia. Ambiente de gala. La afición respondió y estuvo a la altura de la trascendencia del encuentro. Tres puntos vitales ante un rival directo como el Mallorca.
Abelardo cien por cien. El Espanyol entró en el campo concentradísimo. Mordiendo. Presionando. Peleando cada pelota. Lástima que la intensidad fuera tan fugaz. Efímera. La puesta en escena blanquiazul se marchitó pese al calor de la afición. Los espectadores respondieron a la llamada y acudieron en masa para arropar al equipo.
Sergi Darder amenazó tras centro de Embarba con un taconazo. Corría el minuto 3. Ahí desapareció el cuadro blanquiazul. Vicente Moreno le ganó la partida táctica al Pitu en la primera mitad. Cómodo el Mallorca sobre el tapete de Cornellà. Posesión del balón y buscando a Lago Júnior por la izquierda. Jaqueca para el ‘capi’ Javi López.
Se heló el ambiente cuando Mateu Lahoz señaló el punto de penalti minutos antes del cuarto de hora. El valenciano castigó un empujón de Marc Roca sobre Budimir. Mano al pinganillo del colegiado. Chivatazo desde la sala VAR. El balón había salido del terreno de juego en el centro previo. Estallido de júbilo de la hinchada, que celebró la rectificación como si de un gol se tratara.
Le faltaba fluidez en ataque a la escuadra perica. Muy previsible en la circulación. Los bermellones no sufrían para controlar las acometidas de Embarba y Darder. Calleri y De Tomás, desaparecidos en combate. El argentino, escorado en la izquierda, descolgaba los melones de Dídac Vila. Fútbol directo e improductivo.
Nervios y éxtasis
Evitó Diego López el 0-1. Susto de Lago Júnior tras un pase filtrado de Salva Sevilla. Manopla del pulpo de Paradela. Momento de los denominados psicológicos en el arranque del segundo tiempo. Instantes después llegaría el tanto del triunfo.
Dídac Vila ganó banda izquierda con algo de fortuna, cedió atrás para Sergi Darder y el de Artà tuvo el temple necesario para levantar la cabeza y servir con delicadeza para el testarazo inalcanzable de Raúl de Tomás. Menudo ‘killer’. Primer lanzamiento entre los tres palos y balón a las mallas. Quinto gol en cinco partidos para el madrileño. Los 20 millones mejores invertidos del mercado invernal.
Reculó el Espanyol con el marcador favorable. Volvió a cometer el mismo pecado de otros partidos. Aparecieron los nervios ante el empuje insular. Tuvo dos Budimir que enmudecieron al estadio. El croata estuvo desatinado.
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También gozó Darder de la sentencia en un remate al muñeco tras una dejada de Matías Vargas. Explosión de júbilo tras el pitido de Mateu Lahoz. Afición y jugadores son una piña.