No será un paseo. Ni el más osado se atreve a aventurar tal cosa. Tocará pelear por cad a punto hasta la extenuación. El césped no entiende de chequeras. Sobre él las fuerzas se igualan y el Alcorcón lo demostró en el RCDE Stadium. Ordenados, generosos en la ayuda y con las ideas claras, los de Mere Hermoso atragantaron la sobremesa a los pericos. Hasta que apareció Raúl de Tomás para detener el tiempo, cantarle una nana a Bravo y superar con suficienciay altanería a Dani Jiménez. Líderes a la espera del derbi asturiano.
Le costó activarse al Espanyol. Amarrados al balón, con paciencia, pero sin encontrar fisuras en el hormigón alfarero. Por clase y talento, la plantilla de Vicente Moreno debería ganar todos los partidos. El rival también juega y el Alcorcón se mostró impermeable bajo la lluvia de Cornellà.
Juanma Bravo y Boateng aceleraron el pulso del imbatido Diego López. Ahí reaccionaron los blanquiazules. Les faltaba chispa y la encontraron de la mano de un cabizbajo De Tomás. No acertó el delantero en un córner prolongado por Cabrera. Superada la media hora paró el tiempo en un libre directo que Wu Lei no conectó de forma certera. Y con el Espanyol ya en modo candidato, el madrileño amortiguó un cambio de juego de Darder y voleó para lucimiento de Dani Jiménez. Incluso tuvo tiempo en reclamar un penalti que ni Prieto Iglesias ni el VAR consideraron.
Melamed, revulsivo
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Buscó electricidad Vicente Moreno para desatascar el ataque estático. Y qué mejor que el recientemente renovado y héroe del derbi contra el Sabadell. Pero ni con Nico Malamed. Con esfuerzo defensivo y capacidad de sacrificio, el cuadro madrileño cortocircuitó al once perico. No había ideas hasta que emergió, de nuevo, la figura de RDT. El físico todavía no le acompaña, pero la calidad es genética. Eslalom virtuoso en el interior del área pequeña, donde el resto de mortales sudan frío, y definición de liderato. Darder buscó la sentencia y el Alcorcón achuchó, pero Diego López continúa repartiendo ceros.