Sonriente y mirando al Barcelona a los ojos llegará el Espanyol a un Camp Nou de ingrato recuerdo. El regreso de Raúl de Tomás devolvió la felicidad al cuadro blanquiazul, que firmó un primer tiempo primoroso, redondeado con el lujo de Pedrosa y el séptimo tanto en la cuenta del madrileño. Tras superar al Granada, ya hay ganas de derbi.
La refriega táctica entre los Moreno fue de mantel blanco y cubertería de festivo. Vicente y Robert, estudiosos hasta la obsesión y el mínimo detalle, se neutralizaron en un arranque para los amantes de la pizarra. El valenciano, sin embargo, pronto enseñó sus armas y descubrió el punto débil nazarí. Embarba, principalmente, y Aleix Vidal buscaron las cosquillas constantemente a un desbordado Neva. Herrera y De Tomás, por culpa de los reflejos de Maximiano, no cantaron bingo de milagro.
El 1-0 se forjó en la fragua de Dani Pendín, otro que desayuna, come y cena vídeos. Servicio desde la esquina en corto, Darder la pone al balcón del área y Pedrosa, sin pensárselo dos veces, empalmó un voleón directo a los ‘highlights’ de la jornada. El Granada se tambaleó y el púgil RDT le lanzó otro ‘crochet’ al mentón. Otra vez Darder, finísimo en la asistencia, habilitó al madrileño, que cabeceó con potencia al segundo palo.
‘Pulpo’ López
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Reculó el Espanyol o se estiró el Granada, que rondó su ‘golito’ con insistencia. El palo y Diego López se lo negaron. El gallego sigue mojándose la barriga a pesar de los cuarenta tacos. Jorge Molina, otro con callo, se lo reconoció. El atacante la estrellaría instantes después contra el palo en un centro del omnipresente Luis Suárez. La madera también escupió la sentencia de RDT. Fiesta en el RCDE Stadium y 'recaditos' a la némesis ciudadana. El derbi empieza a latir.