El entrenador del Espanyol, Quique Sánchez, evitó hacer un análisis crítico del partido completado por su equipo ante el Deportivo (0-0) y prefirió destacar que el cómputo global no fue tan malo. “En la primera parte hemos estado bien. Teníamos la pelota y controlamos a un ataque rebelde como el del Deportivo”, explicó un Quique que no pudo esconder la mala segunda parte de los suyos: “En la segunda parte hemos perdido el contro del partido y se nos ha hecho muy largo”.
El técnico del Espanyol intentó ser positivo asegurando que “el resultado es trabajado y nos servirá para el futuro”. Y reiteró su visión global de los 90 minutos: “Si diéramos la vuelta a las partes, saldríamos con un buen sabor de boca. Ha sido un primer tiempo blanco y un segundo negro”.
Quique explicó lo ocurrido en Riazor en base a la dinámica de malos resultados en la que se ha instalado el equipo: “No queremos ser un equipo que pierde el equilibrio, pero en estos momentos puede pasar. La mente del deportista se alimenta de los buenos resultados y cuando nos hemos visto desbordados se han acordado de los peores momentos”. Quique hizo un paralelismo con el Deportivo: “Los dos equipos estamos frágiles y dos buenos resultados nos cambiarían la cara, porque tenemos mejores plantillas”.
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Sobre la actuación de Diego López, dijo: “Estamos recuperando al Diego López de la pasada temporada y eso es muy importante. Está en un gran momento, como lo estuvo antes Pau López, pero no nos gusta salir con la sensación de que los porteros son los protagonistas”.