Tras derrotar a Osasuna (3-0), el entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, se ha mostrado muy satisfecho por el juego de su equipo que, en su opinión, ha sido "muy superior" a su rival.
El preparador blanquiazul ha admitido que la expulsión de Oier en el minuto 28 complicó mucho las cosas a Osasuna, al que su equipo planteó un partido "muy incómodo", ha subrayado.
"Era un choque con trampa porque ellos están necesitados. Provocamos un partido muy incómodo para ellos. La expulsión les complicó más el encuentro", ha analizado Sánchez Flores, quien ha añadido: "Fuimos muy superiores, jugamos bien, movimos bien la pelota y estamos muy satisfechos".
Preguntado por si el penalti, que no transformó el ecuatoriano Felipe Caicedo, y la expulsión de Oier han marcado el encuentro, el entrenador blanquiazul ha defendido que su equipo estaba jugando a un buen nivel antes de esa jugada. "Ya íbamos por delante en el marcador antes de la expulsión y el equipo hizo una salida muy buena. Son expulsiones provocadas y que tienen mucho mérito. No es la primera vez que un equipo se atasca ante diez", ha subrayado.
En este partido, Sánchez Flores ha situado a David López en el doble pivote, quien habitualmente juega de central, y ha dejado a Javi Fuego en el banquillo. "Javi (Fuego) no puede llegar a todos los encuentros jugando con un pivote tan ofensivo como Jurado. Es un jugador importantísimo para nosotros y no hay motivo para dar una explicación más sobre su suplencia", ha aseverado.
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Por último, también ha elogiado a Felipe Caicedo, autor del primer tanto y de quien ha dicho que el cuerpo técnico está haciendo todo lo posible para que sea especial. "Se va a cumplir lo que dijimos en diciembre. Es un jugador que necesita sentirse de una forma muy especial y nosotros hacemos para que llegue en esa situación. Estamos muy contentos de que sea uno más dentro del grupo", ha destacado.