Un primer aviso para el Espanyol

Con la victoria de la UD Las Palmas ante el Rayo en Vallecas, el equipo blanquiazul cae a puestos de descenso a Segunda

Manolo González, durante el partido de LaLiga que enfrenta al Barça contra el Espanyol / EFE/ Andreu Dalmau

Albert Gracia

Seis partidos saldados con derrota de los últimos siete disputados en Liga nunca es una buena señal. Ni para el Espanyol ni para nadie, sea el momento de la temporada que sea. Cierto es que al cuadro blanquiazul le ha tocado un calendario infernal, donde ha tenido que competir con los mejores conjuntos del campeonato de forma consecutiva. Sin embargo, no es menos cierto que el equipo no debería ponerse excusas. 

Los de Manolo González han demostrado que competir compiten todos o casi todos los partidos, pero en el intercambio de golpes siguen dejando mucho que desear. Arriba necesitan demasiado para hincar el diente, y atrás, cuando concedes, en Primera no se hacen prisioneros. 

Y menos ante equipos como Betis, Villarreal o Sevilla. El Espanyol no fue demasiado inferior a ninguno de ellos. De hecho, aguantó bien el resultado. Pero de nuevo la incapacidad arriba terminó siendo clave. Si no marcas y te preocupas más de amarrar el resultado que de herir al rival, al final lo puedes acabar pagando. 

Dinámica peligrosa

Tanto que, después de este calendario de aúpa, el Espanyol se ha ido al parón internacional en puestos de descenso. La victoria de la UD Las Palmas en Vallecas, sumado al hecho de que el equipo blanquiazul no jugará este fin de semana al haber sido aplazado su partido ante el Valencia, hace que el conjunto de Manolo González haya recibido un serio aviso de aquí a final de temporada.

O las cosas cambian y empiezan a llegar los resultados, o la consecuencia será esta: luchar por evitar el descenso hasta el final. Este parón debe servir para cargar pilas, unirse como grupo y conjurarse para lo que está por venir, que no es otra cosa que un calendario más benévolo y donde el Espanyol quiere aprovechar para empezar a alzar el vuelo como sea.

La segunda parte del duelo ante el FC Barcelona debe ser el camino, con un equipo que no se esconde atrás y que quiere ir a buscar al rival, algo de lo que ha pecado el Espanyol en algunos partidos. 

Demasiado goleado

Por estar más preocupado por defender que por atacar, en parte por esa inoperancia ofensiva, el equipo ha terminado recibiendo goles y tirando al traste todo el trabajo realizado. El conjunto de Manolo González ha competido hasta el final casi todos los partidos, y en cambio es uno de los equipos más goleados del campeonato.

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No se lo puede permitir un equipo que, por disposición de plantilla, no tiene demasiados jugadores que puedan marcar diferencias arriba, especialmente cuando Jofre Carreras o Javi Puado no están inspirados. Mucho que mejorar, pero el camino está claro.

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