Melamed y Diego López evitan el descalabro blanquiazul en Anduva

Nico Melamed, con sus 173 centímetros de talento, salvó la papeleta del Espanyol en Miranda de Ebro. Un testarazo en el 94’ del canterano blanquiazul rescató un empate agónico (2-2) que no saca de pobre al cuadro de Vicente Moreno. Tercer empate consecutivo en liga que sirve para recuperar plaza de ascenso directo de forma provisional aunque mañana Mallorca y el lunes el Almería pueden poner más distancia de por medio.

Se presentó el Espanyol en Anduva con hasta tres novedades en el once respecto al visto ante el Oviedo. Pedrosa por el sancionado Dídac, Óscar Gil por Lluis López y Calero por Keidi Bare –moviendo a David López a la medular-. Prometía el inicio blanquiazul, pero ni cinco minutos duró la alegría. Alfombra roja a Meseguer, que le pegó con el alma al palo y la espalda de Diego mandó el balón a córner. No en el primer saque de esquina pero sí en el segundo, los rojillos tiraron de pizarra y el propio Meseguer marcó un golazo con la espuela en el palo corto.

Cuando Diego López es tu mejor hombre es que algo no funciona. Cristo aprovechó un error de Óscar Gil y el gallego achicó perfecto. Apareció de nuevo el muro de Paradela en un remate de Iván Martín y no despertaba el Espanyol. Hasta que llegó el de casi siempre. O los de casi siempre. Embarba dejó a RDT solo frente a Lizoain y no perdonó el ‘killer’. Lo dio el VAR porque el asistente, bastante desacertado en la primera mitad, había levantado el banderín. Darder tuvo la remontada en la última antes del asueto, pero inexplicablemente mandó su remate de cabeza por encima del larguero. La prolongación de Cabrera en el córner fue clave.

No le perdió la cara al duelo el cuadro de José Alberto López. Cristo era un dolor de muelas para la zaga perica y Diego le sacó otra sobre la línea y Pablo Martínez, que avisó en el primer tiempo, gozó de un uno contra uno en el que el meta blanquiazul, una vez más, estuvo inconmensurable. No había control en Anduva y lo aprovechó RDT para apuntarse el doblete, tanto que no valió porque hubo fuera de juego previo de Puado.

Pablo Martínez, Meseguer y Cristo siguieron examinando a Diego López, que no bajó del sobresaliente a pesar de que tuvo un error con los pies que pudo ser letal. David López y Puado replicaron para los de Vicente Moreno, que dio entrada a Dimata, Melamed y Bare.

Vivian negó ocasiones manifiestas a Puado y Dimata y el Espanyol perdió fuelle. Tanto, que la alerta roja se encendió. Los centros laterales eran una pesadilla y Simón Moreno, en el primer balón que tocaba, ajustició a la zaga con un testarazo inapelable. El drama se instaló en el Espanyol, que salvó los muebles de la forma menos pensada a través de su joya tras un gran envío de Cabrera. Empate y gracias. Muchos deberes por hacer.