El Espanyol cumplió un trámite algo accidentado en su estreno en la Copa. El 0-3 frente al CD Rincón puso el punto y aparte a la temporada del equipo, que hasta el día 25 estará de vacaciones. Sin embargo, no serán las más felices para Pol Lozano. El mediocentro fue sustituido al descanso por molestias en la rodilla derecha y podría estar de baja hasta 2023.
A falta de confirmación con la resonancia magnética, la primera exploración es que el mediocentro sufre un esguince en el ligamento interior de la rodilla derecha, según ‘La Grada’. Así, el futbolista estaría KO entre seis y ocho semanas. La buena noticia, dentro de lo malo, es que el parón llega en un buen momento para que pueda recuperarse y esté a tiempo de estar listo cuando regrese la competición.
Diego Martínez reconoció estar “preocupado” por su pupilo, que pidió el cambio en el descanso y abandonó La Rosaleda con un vendaje en la pierna después de estarse aplicando hielo. El duelo copero representaba la primera titularidad del curso para el canterano y el partido en el que más minutos dispuso. Este percance físico le ha caído como un jarro de agua fría.
Lozano apenas estaba contando para el técnico gallego, que tiene a Vini Souza, Keidi Bare y Edu Expósito por delante. Hasta la fecha ha jugado cuatro partidos, si bien solo ha representado trece minutos de juego. El de Sant Quirze del Vallès sabía que lo tendría difícil para jugar pero su deseo de triunfar como perico pesó más que cualquier otra opción como salir cedido.
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Lo cierto es que unas molestias le impidieron estar disponible en los primeros compromisos, y cuando ahora tuvo su oportunidad nuevamente los problemas físicos le suponen palos en las ruedas. Hay que recordar que el mediocentro brilló el curso pasado en su préstamo en el Girona, marcado también por un período en blanco de casi dos meses a estas alturas por un esguince de tobillo.