El conjunto blanquiazul se presentó ante su afición en Cornellà-El Prat con su teórico once titular, a falta del 'tocado' Felipe Caicedo. El nuevo técnico, Sergio González, alineó de inicio a cuatro de sus fichajes -Arbilla, Salva Sevilla, Álvaro y Montañés. Y el equipo apenas mejoró respecto a anteriores compromisos en una pretemporada llena de dudas, evidenciando una preocupante falta de mordiente en ataque. No hubo ni chispa ni pizca de profundidad. Un síntoma que empieza a ser preocupante.
El Espanyol creó muy pocas ocasiones de gol en todo el partido, siendo dos remates de Sergio García, tras un buen centro de Arbilla en el 56', y Colotto, en el 73', sus únicas opciones realmente claras. Peor fue el balance del Genoa -un rival que acabó 14º en la pasada Liga italiana-, que sólo disparó una vez a puerta. Fue por mediación de Edenilson, que obligó a lucirse a Kiko Casilla tras una inocente pérdida de balón de David López (27').
Al final, el duelo se decidió en una tanda de penaltis que acabó 5-4. Los locales transformaron todos sus lanzamientos (ejecutados por Víctor Sánchez, Stuani, Abraham, Salva Sevilla y Sergio García), mientras que Kiko Casilla le detuvo a Edenilson el último de los italianos. Y el título se quedó en casa antes de que el Espanyol se estrene en la Liga este sábado, ante el Almería.
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Los catalanes pusieron punto y final a su pretemporada con un balance de cuatro triunfos -Vall d'Aran, Llagostera, Tenerife y Genoa-, dos empates -Raja y Olot- y dos derrotas, ante el Girona y el Sabadell.