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El Espanyol se despierta del sueño europeo

Los blanquiazules no pudieron pasar del empate (1-1) ante el Celta en el RCDE Stadium

Wu Lei adelantó al equipo de Rubi, pero luego Maxi Gómez devolvió las tablas al marcador

Alba López

Puede que el de hoy fuera el último vagón para subirse al tren de Europa y lo dejó escapar el Espanyol. Tras una gran primera parte con un Wu Lei majestuoso y una pésima segunda marcada por la lesión de Naldo. El atacante chino, ya ídolo en Cornellà-El Prat, adelantó a los blanquiazules con un auténtico golazo a la media hora, pero en la reanudación tras el paso por vestuarios apretó el Celta y el empate de Maxi Gómez fue un mal menor para los pericos. El castigo pudo ser mucho peor. Europa ya está a seis puntos.

No habían transcurrido los dos primeros minutos de juego cuando Hugo Mallo ya metió el miedo en el cuerpo al Espanyol. Evitó la tragedia Diego López con una parada inmensa, pero por aquel entonces Iago Aspas ya se encontraba en su salsa, moviéndose como pez en el agua entre líneas y generando juego para sus compañeros.

Del aprieto salió el Espanyol con fútbol, haciendo circular el balón con velocidad y generando mucho peligro a la contra. Wu Lei protagonizó los primeros acercamientos blanquiazules claros sobre la portería de Rubén. Primero, el chino ganó la espalda a la zaga celtiña y buscó a un desacertado Borja Iglesias. Después, cobró más protagonismo rematando fuera en el segundo palo un centro de Dídac Vilà, que regresaba al equipo tras dos semanas apartado de las concentraciones de Rubi por decisión técnica.

En defensa, sin embargo, lo pasó fatal el Espanyol en el arranque. Por culpa de la calidad de la vanguardia celeste y también por los problemas de Naldo a la hora de sacar el balón jugado desde atrás. Por arriba el central brasileño es un auténtico baluarte, pero cuando le toca utilizar los pies la historia cambia por completo. Se llevó, además, un golpazo en la ceja que lo tuvo sangrando toda la primera parte sobre el campo con el beneplácito del árbitro.

Tras esos primeros minutos de vértigo el partido entró en una fase mucho más pausado que benefició al Espanyol. Esa circunstancia se tradujo en el marcador rebasada la media hora. Melendo Marc Roca se entendieron en la frontal y el de Vilafranca del Penedès filtró un balón por arriba a Wu Lei para que el chino vacunara a Rubén en posición acrobática llegando desde atrás. El remate lo hubiera firmado cualquier artista del Circo del Sol.

Antes del descanso el Espanyol todavía reclamó un posible penalti sobre el propio Wu Lei, pero Undiano Mallenco tras consultar con el VAR decidió hacer caso omiso a las protestas blanquiazules. 

FESTIVAL DE OCASIONES

Tras el paso por vestuarios el partido volvió a animarse y la balanza pudo caer de cualquier lado en cinco minutos locos. El Celta tuvo el empate en una doble ocasión clamorosa. Iago Aspas remató a la cepa del poste y después fue Maxi Gómez quien disparó al muñeco con todo a su favor. Sin restar méritos a la intervención de Diego López, obviamente, que achicó bien su portería. 

La respuesta del Espanyol llegó a través de Marc Roca y Mario Hermoso. El cerebro espanyolista probó fortuna con un disparo desde su casa que se envenenó y a punto estuvo de sorprender a Rubén, mientras que en el saque de esquina posterior el central internacional mandó el balón a la madera con un soberbio cabezazo al palo largo.

La salida del terreno de juego de Naldo por molestias en los isquios cambió la decoración pro completo. Sobre todo, a raíz del empate gallego, obra de Maxi Gómez tras una rápida contra del Celta que finalizó el 'killer' uruguayo en boca de con con un sutil zurdazo. 

 

A partir de ahí se le apagaron las luces al Espanyol, que desapareció del campo. Salvaron a los blanquiazules las paradas de Diego López y la falta de acierto del Celta en los últimos metros. Maxi Gómez tuvo el 1-2 en sus botas por partida doble, pero perdonó y su equipo deberá seguir peleando por mantener la categoría. El empate tampoco vale al Espanyol, que virtualmente ve cómo se aleja el sueño europeo.