Ayoze Pérez silencia el RCDE Stadium

El Villarreal asaltó el RCDE Stadium en un partido que tuvo de todo. Mucha tensión, muchas faltas, muchas interrupciones, poco brillo... y un doblete de Ayoze Pérez que fue la luz en la oscuridad. El tinerfeño se echó al equipo a sus espaldas y lideró la remontada del Submarino. Jofre Carreras, cuando el Espanyol no había hecho nada, adelantó al cuadro blanquiazul. Pero el ex del Betis apareció para llevar los puntos a Villarreal. Mazazo para el cuadro blanquiazul, que fue de menos a más y se terminó yendo de vacío.

El saque de honor de Calzón dio rienda suelta a un partido que iba a tener de todo menos brillantez. Porque Espanyol y Villarreal plantearon un partido en el que tocar más de tres pelotas seguidas en zonas comprometidas iba a ser todo una quimera. Con ese planteamiento, y con un cuadro perico poco fluido en ataque, el duelo se hizo espeso. Muy espeso. De hecho, antes del sorprendente final del primer tiempo, el Espanyol ni siquiera había rematado. Ni a portería ni fuera.

Las ocasiones, para el segundo tiempo

Tampoco demasiado el Villarreal, que se encontró con un larguero tras un centro que repelió de aquella manera Cabrera y que acabó salvando Joan García. Mucho de Ilias Akhomach, el mejor, y mucho de Ayoze, el gran peligro de este equipo sin Gerard Moreno. No hubo demasiado más. Al Espanyol le costaba horrores trenzar tres pases seguidos, mientras que a los de Marcelino la posesión tampoco les servía para demasiado. Sin embargo, el añadido del primer tiempo, después del carrusel de interrupciones, iba a traer algo de emoción a esto.

Jofre Carreras, tras un carrerón forzó la falta que él mismo se encargaría de anotar. Brian Oliván tocó el balón y el canterano, con algo de fortuna tras dar su disparo en la pierna de Comesaña, hizo estallar el RCDE Stadium. El Espanyol, sin haber hecho nada, se ponía por delante. Pero poco le iba a durar la alegría. En otra jugada de estrategia, Ayoze remató a placer un medido centro de Álex Baena y volvió a dejarlo todo como estaba.

En la reanudación, el partido, por fin, cogió algo de ritmo. Quiso más bola el cuadro blanquiazul, se abrieron los huecos y empezaron a caer las ocasiones. La primera fue de Ilias, con un disparo durísimo. La segunda, para un Javi Puado que tuvo el 2-1, pero Bailly lo evitó. Creía la parroquia perica con el cambio de cara del equipo, pero no esperaban el jarro de agua fría llamado Ayoze Pérez.

El delantero tinerfeño recogió un balón en la frontal, se lo acomodó y, con el interior, la puso donde Joan García no alcanzó a llegar. Palo tremendo. Con el 1-2, Manolo González movió el banquillo y buscó el empate. Llegó el Espanyol con cierto peligro, pero Conde tampoco tuvo que ensuciarse demasiado los pantalones. Lo que sí se vivieron fueron muchos momentos de tensión. Amarillas al banquillo, entradas duras y un resultado que dolía y mucho al orgullo perico.