Caminan de la mano la afición perica y el equipo esta temporada. Si el curso pasado, a pesar del descenso a Segunda, ya reinó la hermandad en Cornellà-El Prat, éste está siendo el de la confirmación de la unión entre ambos. La última victoria cosechada ante el Real Madrid, obviamente, sirvió para elevar la moral de la tropa.
Y lo reflejaron las gradas del estadio en el partido ante el Cádiz. Se esperaban alrededor de 12.000 espectadores en el 'Templo' blanquiazul y al final acudieron 15.678 almas que se rompieron la garganta cantando el himno a capela antes de que el balón echara a rodar en una fresca noche de lunes que no invitaba precisamente a ir al fútbol.
NOTICIAS RELACIONADAS
Aun así, la hinchada se vació a lo largo de todo el encuentro e hizo todo lo posible para llevar en volandas a los suyos. Sin importar nunca el resultado. Raúl de Tomás, además, sigue en estado de gracia y se ha convertido en el ojito derecho de los aficionados. La verdad es que el delantero es de aquellos por los que vale pagar una entrada. Aunque sea un lunes cualquiera.