El Cervino no se dejó y nos hemos vuelto sin poder pisar su cumbre. Nos hemos quedado a 3.850 metros.
La montaña todopoderosa impone sus reglas y eso todavía la hace más respetable y magnánime.
Cumplimos la primera parte del reto deportivo y nuestro reto solidario, ¡Lo importante!
Cubrimos en bicicleta los 1000 kilómetros que separan y han unido por una buena causa Parets y Cervinia.
Esperamos a ver si la climatología nos permitiría subir el Cervino. No ha habido manera y ascendimos dos cuatro miles en los alpes Italianos: el Breithorn y el Polux.
Nos volvemos satisfechos de haber sumado kilómetros apadrinados para la investigación de la histiocitosis y del cáncer infantil que lleva a cabo el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Podéis seguir colaborando a través de:
https://www.migranodearena.org/es/reto/15981/juntos-contra-la-histiocitosis-y-el-cancer-infantil/
Hemos disfrutado del deporte, de la naturaleza, de la solidaridad y de la amistad.
Gracias por arroparnos desde la distancia.
Tenemos nuevos retos deportivos previstos para seguir sumando kilómetros de esperanza.
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