A los seis meses, los médicos les dijeron a sus padres que Àlex Roca, su hijo, se iba a morir o se quedaría en estado vegetativo. Sufría una encefalitis viral herpética que le provocó una parálisis cerebral que le afectó a la parte izquierda de su cuerpo y le provocó un 76% de discapacidad física.
31 años después, Àlex Roca es un ejemplo de vida, un ejemplo de superación, de metas imposibles para una persona con movilidad reducida que se comunica a través de la lengua de los signos. 31 años después, los médicos hablan ahora de un caso especial, de un milagro, de la ‘joya de la parálisis cerebral’. 31 años después, el deporte es, para Àlex, una forma de expresión, una forma de vivir, una aventura...
En su cuerpo lleva ya, entre otras muchísimas competiciones, triatlones, medias maratones, varias Titan Desert.. pruebas de la máxima exigencia física, de extrema dureza, donde su meta es, simplemente, superarse a sí mismo.
‘El límite te lo pones tú’ es su lema de vida y el título de su libro que que es toda una lección para superarnos y para luchar por nuestros sueños. “La vida es un regalo y tenemos que exprimirla al máximo. Yo no me consideraré nunca un ejemplo en nada, pero creo que si día a día vas luchando y poniendo tu granito de arena en tu montaña, al final puedes crear un Everest”, cuenta Àlex Roca.
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Su Premio al Espíritu Deportivo es solo un humilde reconocimiento a un deportista, a una persona, que es un referente para todos nosotros.