Stephen Curry no se quiso perder la Super Bowl 50 y vibró como un aficionado más con la final más esperada del año en Estados Unidos. El base de los Warriors es seguidor de los Panthers desde muy pequeñito cuando su padre jugaba en las filas de los Hornets y acudió, junto a su mujer Ayesha, al 'Levi's Stadium' de Santa Clara (California) para animar a su equipo, aunque no pudo celebrar un triunfo ya que la victoria final fue para los Broncos de Denver por 24-10.
Curry recibió una sorpresa inesperada cuando se publicó una foto del vestuario de los Panthers en la que se veía una camiseta personalizada para el crack de los Warriors con su dorsal 30 y el base no dudó en enfundársela. Stephen no paró de hacer fotos para inmortalizar los mejores momentos de la final de la NFL e incluso se animó a golpear un tambor gigante para animar a su equipo.
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Otro de los cracks que siguieron la Super Bowl 50 en directo fue la estrella de los Oklahoma City Thunder, Kevin Durant. Y lo hizo a pie de campo con una cámara fotógrafica y un enorme objetivo como si se tratara de un fotógrafo profesional.