Voleybol

Club Voleibol Barcelona: trabajo y esfuerzo para superar las dificultades

El club consiguió un doble ascenso el curso pasado y busca salidas económicas para afrontar los gastos de la nueva categoría

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Cristina Moreno

El Club Voleibol Barcelona consiguió el curso pasado un hito histórico, un doble ascenso a las máximas categorías del voley nacional. El primer equipo, por segundo año consecutivo, conquistó su plaza en Liga Iberdrola, mientras que sus compañeras sellaron también su presencia en Liga 2.

Una alegría que llegó de la mano de la incertidumbre por no saber si esas plazas se podían aceptar, considerando el enorme esfuerzo económico que el club iba a tener que hacer para ello. "Económicamente, es muy complicado pasar de la Superliga 2 a la 1, hay una diferencia de entre 150.000 y 200.000 euros, pero como club estábamos obligados a dar una respuesta al gran logro que las jugadoras han conseguido con mucho esfuerzo, y este año con doble ascenso a final de temporada", explica a 'SPORT' la presidenta del CV Barcelona, Tamara García.

Entrenamiento del equipo de Superliga 2 / Dani Barbeito

Alba Koehler, jugadora del equipo Iberdrola, recuerda cómo fueron esos momentos tras alcanzar el reto de subir de categoría. "Estábamos muy contentas de haberlo conseguido, por un lado, pero por otro, muy ansiosas por ver lo que iba a pasar. Solo nos quedaba esperar y confiar en el club", explica durante uno de los entrenamientos que el equipo realiza en las instalaciones del Consell Català de l'Esport en Esplugues de Llobregat.

Finalmente, el club tomó la decisión de no renunciar a ninguna de las dos plazas como ya sucedió el año pasado. Un premio para unas jugadoras que durante el proceso habían tenido confianza total en su trabajo. "Pasara lo que pasara estábamos muy orgullosas de nuestro trabajo durante la temporada, ya que habíamos demostrado que merecíamos ese doble ascenso", comenta a este diario Carla Nieto, jugadora del equipo de Superliga 2.

AIba Koehler y Carla Nieto, en un entrenamiento / Dani Barbeito

Esfuerzo económico

El doble ascenso supone para la entidad un gran esfuerzo económico, que llega en parte de un "Barça que nos ayuda económicamente, y hace un acompañamiento y asesoramiento al club en todo lo que necesitamos". "Este año nos está dando la opción de que empresas interesadas hagan patrocinio en la camiseta y de esta manera conseguir ingresos, que nos ayuden a llevar a nuestro equipo a lo más alto", explica García.

Una ayuda que no es suficiente para competir en la élite del voleibol nacional y que el club está intentando solventar desde que decidieron aceptar las plazas este verano. "Además de esta ayuda directa, también necesitamos ayuda para ahorrar gastos, convenios con hoteles, restauración, autocares… para cubrir los desplazamientos tanto del primer como del segundo equipo", comenta la presidenta que pone como ejemplo los cinco viajes (4 del primer equipo y 1 del segundo) que deberán hacer para medirse a los equipos canarios de la categoría. Como extra, el 25% del presupuesto del equipo se marcha en el alquiler de las instalaciones donde realizan sus actividades.

Pese a las dificultades, las jugadoras están viviendo esta nueva etapa "con mucha ilusión". "Tenemos muchas ganas de ponernos a prueba y ver qué nos depara esta temporada", apunta Carla. "Es una categoría que supone un reto mucho mayor y cada partido lo planteamos como eso, un reto, con mucha ilusión y ganas, aunque somos conscientes de que requiere mucho más de nosotras", continúa Alba. 

Objetivo desarrollo

Como recuerdan sus entrenadores, Miguel Fuente (Liga Iberdrola) y Xavier Balsells (Superliga 2), los dos equipos están conformados por jugadoras muy jóvenes que además llevan prácticamente toda su carrera deportiva en el club. "Un honor, pero también una responsabilidad muy grande", asegura Alba.

Xavier Balsells y Miguel Fuente, entrenadores del CB Barcelona / Dani Barbeito

Con el equipo más joven de Iberdrola, para Fuente, "el objetivo competitivo es mantener la categoría pero no a cualquier precio. El precio tiene que ser el desarrollo de las jugadoras que tenemos en el club".  En la misma línea están los retos del equipo de Superliga 2. "Es un equipo muy joven, son jugadoras de base que tienen su categoría en juvenil o junior, estamos hablando de una doble competición y esto sirve para poder formar a estas jugadoras para que puedan llegar al primer equipo", comenta Balsells, recordando que ya hay algunas jugadoras en dinámica del primer equipo "cosa que celebramos mucho" y trabajan para que "el resto puedan aprovechar la categoría y conseguir este nivel para llegar a Superliga".

Miguel, nuevo en el club, cree que "la diferencia principal que me estoy encontrando respecto al resto de equipos es el rendimiento de las jugadoras", algo que intentan suplir "con trabajo", esperando que se equipare a medida que avancen las jornadas, aunque eso supone que la plantilla emplee gran parte de su tiempo en el voley.

En el caso del conjunto de Superliga 2, en opinón de Balsells, la gran diferencia "que vemos es la experiencia de las jugadoras, no tanto a nivel de las capacidades que tengan sino de cómo gestionan los problemas. Podemos tener jugadoras con un potencial más alto pero que están aprendiendo a gestionar el tema de los errores… y es de lo que queremos sacar rendimiento".

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Pese a los esfuerzos, jugadoras, cuerpo técnico y junta directiva están afrontando esta nueva etapa en la máxima categoría con optimismo y ganas y a la expectativa de poder conseguir ese extra económico que les permita desarrollar su actividad con mayores garantías.

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