Sin ser el escenario ideal para lo que viene, el PSG conquistó su novena Copa de la Liga de su historia. Un triunfo que certifica el cuarto triplete nacional de su historia tras llevarse también la Ligue 1 y la Copa de Francia. No tienen rival. Eso sí, el peaje físico de cara a la Champions League les puede pasar factura. A parisinos y lioneses.
No fue una primera parte especialmente brillante por parte de ninguno de los dos equipos. Mucha táctica, poco fútbol. Los amantes de las pizarras disfrutaron, eso sí. El Lyon anuló al tridente de los parisinos que estaban muy fallones en los metros finales. En definición y a la hora de tomar la decisión del último pase.
Neymar, sin su socio Mbappé, se encontraba solo. Icardi y Di María desentonaban. Los primeros 45 minutos del punta argentino son para poner en las escuelas de fútbol y explicar lo que no se debe hacer. Aislado, sin tocar pelota y mucho menos sin crear peligro.
Solo Neymar tuvo el 1-0 sus botas tocando el primer cuarto de hora con una rosca endiablada que no se coló dentro de la portería de Lopes porque alguien no quiso. Lamiendo el palo. El brasileño casi se escapa a celebrar el tanto y todo. Por parte del Lyon, un Depay con muchas ganas pero con poco ritmo de juego tras la lesión grave de rodilla. El león que lleva tatuado en la espalda quería salir a rugir pero le faltan piernas.
La segunda parte, cansancio incluido, el partido se empezó a romper. Los errores en defensa se empezaban a sumar y ante esos fallos estaban Neymar y Memphis que aparecían en todos lados. El brasileño casi convierte en oro un mal despeje de Denayer pero apareció Marcelo para hacerle la cobertura a su compañero.
Catalizaba todas las acciones el '10' parisino. La libertad en la media punta tras la salida de Icardi del terreno de juego acentuó su importancia. Le tocaba hacer de todo pero la frescura de sus compañeros brillaba por su ausencia. El lyon se lo creyó y empezó a crear más de un problemas. Allí apareció Keylor para amargar las esperanzas lionesas.
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El cóctel del partido invitaba a una única cosa: la prórroga. De hecho directo a los penaltis porque en la prórroga pasó nada. O menos que nada. Ni PSG ni Lyon fallaron en los cinco primeros tiros pero apareció Keylor para sacar con prodigio el tiro a Traoré. Sarabia remató la faena después. Apunten otro triplete.