Entrenador nuevo, victoria segura. Tras la destitución de Niko Kovac el pasado 30 de diciembre, el Mónaco logra imponerse ante el Quevilly (1-3) en el debut de Stéphane Nado en el banquillo. Volland, autor de un doblete, firmó una gran actuación individual que permite al conjunto monegasco avanzar hacia los octavos de final de la Copa de Francia.
Tras una primera hora sin acciones destacadas, se desató la tormenta sobre el Robert Diochon. Ben Yedder estrenó el electrónico tras transformar un penalti cometido sobre Boadu. Apenas 4 minutos después, Volland ejecutó una gran vaselina que amplió la ventaja del conjunto monegasco.
Lejos de bajar los brazos, el Quevilly apretó y logró recortar distancias antes de dirigirse al túnel de vestuarios. Sidibé, a pase de Gbelle, fue el encargado de marcar el tanto de los locales.
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Ya en la segunda parte, Volland se deshizo de varios defensas y definió desde la frontal del área para establecer el 1-3 definitivo. El atacante alemán fue la figura destacada de un Mónaco que afrontó el partido con bajas significativas como las de Golovin, Tchouaméni, Fábregas y Sidibé.