Pocos podían pensar que el PSG caería en la final de la Copa de Francia ante el Rennes y menos aún que Kylian Mbappé, una de sus estrellas y sin habituales cruces de cables, se autoexpulsaría al final de la prórroga con una entrada criminal. Pues ambas cosas han sucedido esta noche en el Stade de France.
El PSG, que en el minuto 21 ganaba por 0-2 con los goles de Dani Alves y Neymar, se dejó empatar y en los penaltis vivió otro desenlace fatal, uno más en su historia. Justo antes de las penas máximas, Mbappé vio la roja directa por una durísima entrada en la rodilla a Damien Da Silva. El galo se autoexpulsó de manera inexplicable entrando con los tacos por delante cuando el defensa del Rennes cubría el esférico en busca de arañar valiosos segundos para llevar el duelo a la lotería desde los once metros.
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La tensión había ido en aumento a lo largo del partido y unos minutos antes Neymar fue 'cazado' con una dura entrada. Mbappé parece que se tomó así la justicia por su mano pero eso le privó de participar en los penaltis que acabaron coronando al Rennes como campeón. Noche para olvidar.