No hizo bueno el Olot el dicho “entrenador nuevo victoria segura”. No era fácil el reto para Jonathan Risueño y el Levante se encargó de echar por tierra las ilusiones de los catalanes en la primera ronda de la Copa del Rey (0-4). Al equipo granota le bastó con apenas media hora de partido.
El conjunto de Calleja amplió su racha de buenos resultados, trasladada esta vez a la Copa y dominó el encuentro desde el inicio. Apenas cinco minutos habían transcurrido cuando Pablo Martínez buscó a Wesley, pero el desvío lo cazó Soldado para superar a Batalla y abrir la cuenta.
Los mismos protagonistas sellaron el segundo y apenas seis minutos después Marc Pubill se fue de Manel y Bigas y con un trallazo hizo el tercero. Aimar, en una desgraciada acción cerró la cuenta con un tanto en propia puerta.
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De este modo, el Levante ratificó las buenas sensaciones que viene transmitiendo en los últimos tiempos y ganó confianza de cara al gran objetivo de la temporada, regresar a Primera División. El Olot, por su parte, sabe que todavía queda mucho trabajo por hacer y, por suerte, también mucha temporada para revertir su actual situación.